Historia
de Juayúa
Es un municipio del departamento de
Sonsonate, El Salvador. Es parte del recorrido turístico denominado "Ruta
de las Flores", en el occidente del país. Según el censo oficial de 2007,
tiene una población de 24.465 habitantes.
Juayúa es un pueblo precolombino pipil. Para
el año 1550 se estimó su población en unos 300 habitantes, y para 1577 fue
pueblo de catequización de los franciscanos radicados de Sonsonate. Hacia
finales del siglo XVI, los religiosos plantaron una imagen similar al Cristo
Negro de Esquipulas, y fue allí donde erigieron la primera ermita de lo que
sería la Iglesia de Santa Lucía.
Pedro Cortés y Larraz, en el año 1770, expuso
que Juayúa pertenecía a la parroquia de Apaneca, y tenía una población de 526
personas. El poblado fue parte de la Alcaldía Mayor de Sonsonate durante la
época de colonización española y, con la proclamación de la Independencia
Centroamericana en 1821, sus pobladores se pronunciaron a favor de la
incorporación al Estado de El Salvador en noviembre de 1823. El departamento de
Sonsonate se estableció el 12 de junio de 1824, con Juayúa como parte del
territorio.
Entre los años 1838 o 1839, algunas familias
del poblado empezaron a cultivar café. En un informe del año 1859, existe una
descripción de sus habitantes y la agricultura de ese tiempo.
Todo el pueblo es agricultor. La parte
indígena viste lo mismo que su raza en la América Española. Una tela azul o
nácar refajada y detenida con un nudo hecho con la misma tela (refajo) y una
tira de manta o cambiar de color de tres varas para taparse. Aunque este es uno
de los pueblos indígenas más civilizados, hablan todavía el idioma de sus
padres, y participan de muchas preocupaciones de su raza .Este pueblo se
engrandecerá con sus producciones, principalmente con la del café, porque es el
de mejor clase que hay en el Estado y sus terrenos no ceden a los mejores.
Produce café, trigo, anís y linaza con muy poca mostaza.
Juayúa obtuvo el título de villa el 13 de
febrero de 1877, pero su nombre en ese entonces era El Progreso. Gracias al
cultivo del café, se había convertido en una próspera y pintoresca localidad.
Para 1890 su población ascendía a 3.980 habitantes, y uno de sus logros era la
dotación de agua potable desde el Cerro Los Naranjos.
A inicios del siglo XX, los pobladores de la
villa El Progreso solicitaron el cambio del nombre de la localidad, así como el
otorgamiento del título de ciudad ante las autoridades gubernamentales. De esta
manera, el 1 de mayo de 1906, por medio de Decreto Legislativo, la petición fue
aceptada y pasó nuevamente a ser conocida como Juayúa, y obtuvo además el rango
de ciudad. Por otro lado, para ese tiempo era conocida como la "ciudad de
los limeros", por la abundancia de ese fruto en los patios y traspatios de
las viviendas.
Para el 6 de septiembre de 1915, la ciudad
fue asolada por un terremoto. El trágico evento fue descrito por Jorge Lardé y
Arthés en un estudio, que en parte detalla.
A pesar de las exageraciones habituales de
los informes publicados, es preciso reconocer que el temblor fue desastroso en
esta población. Cuando llegamos a ella por primera vez, sus escombros ya
estaban en parte removidos y las calles más o menos libres de ellos, pero lo
que quedaba era suficiente para dar a conocer toda la magnitud del desastre y
las hermosas ruinas de Juayúa embargaban aún en hondas y tristes reflexiones al
espíritu de quien las visitaba. Muchísimas son las casas que cayeron
completamente al suelo, de raíz, de las cuales no quedaron ni horcones, ni
fragmentos de paredes, ni nada de pie. La Iglesia Parroquial que la Comisión de
Socorro dice que estaba "casi completamente arruinada" empezó a ser
demolida, pues sólo quedaron en pie sus cuatro gruesas paredes.
Años después, la localidad se vio envuelta en
el Levantamiento campesino de 1932. Precisamente, fue allí donde el líder
campesino Francisco "Chico" Sánchez estableció sus huestes, y
posteriormente murió fusilado junto a otros insurrectos.
En el año 1996, Juayúa —junto a Nahuizalco,
Salcoatitán, Apaneca y Ataco—, formó la ruta turística denominada Ruta del
Café, posteriormente conocida como Ruta de las Flores.
Geografía y toponimia.
El municipio tiene una extensión de 103,06
km², y la cabecera una altitud de 1.040 msnm, la cual se encuentra situada en
la Sierra Apaneca-Ilamatepec, la región de mayor producción de café del país. Existen
diversas versiones acerca del significado del topónimo. Una establece que se
deriva de la voz náhuat Xuayúa, que significaría "Río de las orquídeas
moradas", o "La ciudad de las orquídeas rojas". Otros aseveran
que proviene del plural de yuat (yua-yuat), que se interpreta como "Aguas
profundas", "Aguas del corazón", o "Aguas de la
profundidad". Otros lo traducen como "Donde hay árboles",
"En la arboleda", o "Lugar de las tinieblas".
Cultura y sociedad
La localidad celebra sus fiestas patronales
en el mes de enero en honor al Cristo Negro. Probablemente, la veneración de
esta imagen comenzó a finales del siglo XVIII o principios del XIX,
sustituyendo a Santa Lucía, hasta entonces la patrona titular. Durante los
festejos se realizan ferias comerciales, elección de la reina de los festejos,
y parque de atracciones, entre otros. El día principal es el quince de enero.
Feria gastronómica
Cada fin de semana, y desde el año 1997,
Juayúa organiza una feria gastronómica en el centro de la ciudad, donde se
degustan diferentes platillos nacionales e internacionales. Aunque atrae
turistas, convirtió aquel bonito pueblo de antaño en un enorme y desordenado
mercado, lleno de ebrios y perros callejero.
Lugares de interés.
Iglesia de Santa Lucía.
La iglesia parroquial de Santa Lucía,
conocida también como Iglesia del Cristo Negro de Juayúa, se construyó entre
los años 1953 y 1956, bajo el auspicio del Padre José Adolfo Álvarez y por
aportación de Mercedes Cáceres y sus hermanas, en memoria de sus padres José
Antonio Cáceres y Gordiana Magaña de Cáceres. El costo de la obra ascendió a
medio millón de colones, y la edificación fue encargada al arquitecto Augusto
Baratta. La inauguración se llevó a cabo el 26 de enero de 1957. Su altar mayor
está revestido de mármoles, y los vitrales fueron importados de Europa, lo
mismo que las imágenes, que a su vez fueron traídas desde España.
Espacios naturales.
Juayúa dispone de lugares para el ecoturismo,
algunos de los cuales colindan con otros municipios, tales como el río
Monterrey, salto de la Lagunilla Azul, Los Chorros de la Calera, El Talquezal,
La Laguna Seca o de Las Ranas, Laguna Verde, Cerro El Águila y El Pilón. Aunque
no es recomendada su visita, pues esos lugares son de gran afluencia de
pandilleros de MS que comenten toda
clase de delitos. Por lo tanto si desean visitarlos recuerden que lo hacen bajo
su propio riesgo.


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